Las intervenciones que proponemos reducen el consumo de energía de los edificios públicos y, al mismo tiempo, reducen las emisiones de CO2 en el territorio urbano. Hacer que los edificios públicos sean eficientes significa mejorar los edificios existentes y hacer que los nuevos sean sostenibles, ofreciendo entornos más cómodos a los usuarios y trabajadores, respetando plenamente el ecosistema.